Las personas con obesidad clínicamente severa se encuentran en gran riesgo médico en cuanto a discapacidad o muerte prematura. De hecho, cuatrocientos mil estadounidenses mueren prematuramente cada año por complicaciones relacionadas con la obesidad, o por co-morbilidades. Al principio de la lista co-morbilidades relacionadas a la obesidad están la diabetes incipiente en adultos y presión alta. La presión alta provocada por una obesidad clínicamente severa puede contribuir a ataques cardiacos, insuficiencia cardiaca congestiva y derrame cerebral. Las preocupaciones de la salud tales como apnea del sueño, asma, dolor en la zona lumbar de la espalda, incontinencia urinaria y reflujo de ácidos severo son resultado de un peso aumentado. Una pérdida de peso importante puede muchas veces facilitar estas condiciones o revertirlas completamente.

La obesidad clínicamente severa o mórbida es una condición crónica y progresiva que es muy difícil de tratar. La cirugía a fin de promover una perdida de peso mediante la restricción de la ingesta de alimentos y la interrupción de los procesos digestivos es una opción para pacientes con obesidad clínicamente severa que no han tenido éxito con otros tratamientos para la perdida de peso. Los pacientes deseables para una cirugía de pérdida de peso a menudo tienen un índice de mas corporal, o Índice de Masa Corporal (IMC), de 40 o más. Un Índice de Masa Corporal (IMC) de 40 se traduce en 45,3 Kilogramos (100 libras) por sobre el peso corporal ideal para los hombres y 36,6 kilogramos (80 libras) por sobre el peso corporal ideal para las mujeres. La cirugía para perdida de peso puede también ser una opción para las personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) de 35 o más que sufren de problemas de salud relacionados con la obesidad riesgosa para sus vidas tales como diabetes, enfermedades cardiacas relacionadas con la obesidad o apnea del sueño severa. Sin embargo, como es cierto para otros tratamientos para la obesidad, los resultados exitosos dependen en gran medida del conocimiento, motivación personal y comportamiento.

Debido a que la cirugía para perdida de peso cambia el proceso digestivo, los complementos nutricionales a lo largo de la vida son esenciales para prevenir la desnutrición, los pacientes deben tomar diariamente multivitaminas, además de suplementos de B12, hierro y calcio. Su cirujano puede entregarle una lista completa y detallada, por lo general a través de un equipo de apoyo nutricional.

Los estudios demuestran que los pacientes que se comprometen a comer una dieta sana, tomar los suplementos necesarios, incorporar un programa de ejercicios en su estilo de vida conllevan a los mejores resultados a largo plazo. La cirugía da a los pacientes la herramienta física para ayudarles con la pérdida de peso. Los pacientes deben comprometerse a realizar los cambios mentales y emocionales necesarios después de la cirugía para perdida de peso para asegurar una perdida de peso exitosa. La falta de ejercicio, comidas mal balanceadas, pequeñas comidas a deshora, comer carbohidratos procesados y beber bebidas carbonatadas se encuentran entre las causas comunes para no mantener la pérdida de peso. Necesitará administrar el consumo de alimentos y hacer ejercicios el resto de su vida.

La cirugía para pérdida de peso con cualquier cirugía principal tiene riesgos de los cuales debe estar enterado. Estos pueden incluir:

Los beneficios emocionales y médicos de los procedimientos para pérdida de peso comienza casi inmediatamente después dela cirugía. A través del tiempo, los beneficios pueden incluir:

La obesidad primaria es una enfermedad crónica, de origen multifactorial, caracteizada por un incremento anormal de la grasa corporal, lo que conlleva riesgos para la salud. Esta definición hace referencia a varios conceptos.